Lo que decimos, lo que hacemos. Incluso lo que no decimos o lo que dejamos de hacer. Todo influye, de una manera u otra, en alguien. Y en tiempos de redes sociales, todo esto se potencia. Hay un cambio de paradigma en la comunicación, y todo comunica.
Ya no se trata sólo de cómo nuestro comportamiento afecta a otros, sino que además es una nueva (posible) fuente de trabajo.
Gente que quiere ser influencer. Gente que ES influencer y no le gusta que le digan así. Gente que es, y lo disfruta.
La clave, como en todo, es PARA QUÉ. Cuál es el propósito? Qué es lo que le da sentido?
Hace poco salió una nota interesante en el diario La Nación. @kyliejenner gana U$S1millon por post. Se puede? Claro! Es fácil? Para nada.
Crear contenido que genere valor no es tarea sencilla. Tener una comunidad que se interese en tus posteos requiere tiempo y dedicación. No es volverse loco con los “algoritmos” y correr frenéticamente a publicar algo porque la herramienta “lo pide”. No sólo es soltar contenido y ver cómo crece. No es tener X cantidad de followers, o de likes (igual si le dan un ❤ a este post, es bienvenido!!).
Hay que pensar y armar una estrategia de qué es lo que queremos transmitir, comunicar, aportar. No perder de vista ese PARA QUÉ que mencionamos antes.
Lo importante es lograr que tus seguidores (100 o 1 millón) se interesen por lo que vos hacés. Y que vos te intereses por lo que ellos quieren.
Sólo así se establece una buena comunidad.