Desde hace tiempo venimos trabajando en el desarrollo de habilidades de Gestión y Liderazgo. Lo hacemos con las personas de manera individual, a través de Coaching y Mentorías 1:1, con grupos a partir de Capacitaciones, y lo hacemos también en los Programas que desarrollamos junto a Miami Ad School para Liderazgo Creativo y Liderazgo de Cuentas con participantes de toda Latinoamérica (y un poco más allá).
Por eso nos resultó un lindísimo desafío el de DraftLine Buenos Aires, la agencia inhouse de Cervecería y Maltería Quilmes/ AB InBev. Nos hablaron del equipo y sus necesidades, puntos de dolor y áreas de mejora, y de la necesidad de potenciar la Gestión de sus hubs de producción: el que trabaja para marcas locales y el que brinda servicios a nivel global. A partir de ahí diseñamos un programa integral de Capacitaciones y Coaching 1:1. Durante 6 semanas trabajamos con un equipo de 15 personas, seniors y semi-seniors, compartiendo herramientas teóricas y ejercicios prácticos para sentar las bases de un liderazgo progresivo, colaborativo y empático.
En estos encuentros, hablamos de la comunicación auténtica, de estereotipos y sesgos cognitivos y de la negociación basada en el respeto. Pusimos en valor la pregunta como una herramienta fundamental para comunicarnos con claridad, reducir malentendidos y potenciar la efectividad. También reflexionamos sobre cómo el bienestar mental y emocional de un equipo impacta en la productividad (¿lo vieron en este post?). El objetivo es potenciar los skills individuales para optimizar la organización y gestión de proyectos en equipo.
Las herramientas que compartimos no sólo quedaron en la teoría, sino que generaron un impacto real.




La clave de todo está en la buena comunicación
Parece una obviedad, pero no lo es. Los equipos forman parte de un ecosistema donde además se relacionan con otras áreas, proveedores, stakeholders y socios y socias estratégicas. Y muchas veces caemos en la trampa de creer que nuestra comunicación fue clara. “Comunicarnos bien es entender y que nos entiendan” decimos siempre. Y sobre esta idea trabajamos para identificar las potenciales interferencias y, de mínima, neutralizarlas.
La claridad a menudo se subestima. Expresar nuestras ideas con precisión y empatía no sólo evita malentendidos, sino que también habla de nuestra consideración y respeto hacia los demás. QUÉ decimos es tan importante como CÓMO lo decimos.
Otra clave para la buena comunicacíon es la empatía: ayuda a sortear conflictos y a construir conexiones positivas, incluso en momentos desafiantes.

La magia de los buenos acuerdos
Una buena negociación es aquella donde todas las partes ganan. Por eso es tan importante desarrollar competencias para negociaciones estratégicas. Se busca no sólo cerrar acuerdos, sino también cuidar los vínculos generando beneficios efectivos, eficaces y rentables sostenibles en el tiempo.

NO. Fácil de pronunciar. Difícil de decir.
Manejar los límites es clave. Por eso, trabajamos sobre el arte de decir «No». Sucede en todos los ámbitos, aunque con las grandes estructuras y sus múltiples interlocutores esto se potencia: es habitual sentir presión por satisfacer a todas las partes, por eso saber cuándo y cómo establecer límites estratégicos marca la diferencia entre un equipo agotado y uno enfocado y motivado.
Según la Universidad de Stanford, las organizaciones donde se fomenta la claridad en la comunicación y la gestión de conflictos son un 25% más productivas.
Un “No” bien comunicado es el inicio de una conversación honesta, de una relación basada en la transparencia y la confianza, y abre la puerta a nuevas oportunidades y soluciones.

Desarmando estereotipos para decidir mejor
Algo que siempre sorprende es cuando, a través de ejercicios prácticos, vemos cómo los sesgos inconscientes impactan en la manera en que miramos. Sin darnos cuenta, nuestras creencias y estereotipos influyen en cómo seleccionamos, evaluamos y gestionamos a las personas. Esto puede hacer que se pierda de vista el verdadero talento que cada persona aporta. En nuestros talleres, invitamos a desafiar estas primeras impresiones y a mirar más allá. No es fácil, pero abrir esta puerta permite descubrir perspectivas y capacidades que de otro modo se nos pasarían por alto.
Este enfoque no es sólo teórico. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que un 74% de las empresas que promueven la diversidad en sus equipos han visto un incremento de entre el 5% y el 20% en sus beneficios.
En un espacio donde los estereotipos no marcan la pauta, cada persona siente que su voz es valiosa, lo que aumenta el compromiso y el deseo de contribuir de manera auténtica. Y esto se nota.

La productividad como resultado del bienestar
Hablar de productividad y bienestar en la misma oración puede sonar contradictorio, aunque la realidad es que están profundamente conectados.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los problemas de salud mental cuestan a la economía global alrededor de 1 billón de dólares al año en pérdida de productividad. Para darle verdadera dimensión a estos números: solamente hay 19 países en el mundo con un PBI de 1 billón o más. Es decir que el costo económico de los problemas de salud mental es mayor al PBI del 90% de los países.
Crear un ambiente de trabajo donde cada persona sienta que puede expresarse y ser escuchada, y donde el estrés se gestione de manera proactiva, tiene un impacto directo en los resultados.
En nuestros talleres aportamos herramientas para equilibrar la energía a partir de la gestión del tiempo y las emociones. Esto no es un lujo ni un capricho; es una inversión. Darle lugar al cuidado en la salud mental y emocional del equipo genera un círculo virtuoso donde todas las personas aportan lo mejor de sí mismas.

Los espacios 1:1
Además del programa en sí, cada integrante del equipo tuvo sesiones individuales para profundizar en los temas que les resultaran más relevantes, diseñar conversaciones o planificar sus estrategias de carrera (¡algo muy importante para esta empresa!). Este espacio de reflexión personal fue uno de los aspectos más valorados del proceso.

Fue tan bueno el resultado que en 2025 seguimos acompañando a algunas de las personas del equipo con sesiones individuales para potenciar sus skills de gestión y liderazgo.

Gracias Luli y Vera por convocarnos. Gracias Pilar, Carla, Agus, Male, Jaz, Mica, Euge, Luli, Stefi, Jacinta, Mer, Lola, Emi, Feli y Tori por la oportunidad de compartir este espacio, la buena onda durante todo el proceso y la confianza para abordar todos los temas propuestos.